OEA solicitó evaluar la crisis que atraviesa Nicaragua
El 7 de noviembre se llevaron a cabo elecciones presidenciales en Nicaragua; en las que el presidente Daniel Ortega fue reelegido por tercera vez consecutiva. Sin embargo, a juicio de la OEA estas fueron ilegítimas, ya que carecían de una oposición real y se encarcelaron siete aspirantes a la presidencia.
Así, la Asamblea General de la OEA, el 12 de noviembre, aprobó una resolución en la que declaró que las elecciones “no fueron libres, justas o transparentes y carecen de legitimidad democrática”. Por su parte, el secretario general de dicha organización solicitó a la comunidad internacional “fortalecer sus mecanismos de presión”, con el objetivo de que Nicaragua “retome el camino de la democracia”. Asimismo, solicitó al Consejo Permanente de la OEA que analice la situación y tome las medidas apropiadas.
Derivado de lo anterior, el ministro de Exteriores nicaragüense, Denis Moncada, presentó al secretario de la OEA, una denuncia por “intromisión” en los asuntos internos y manifestó el deseo del país de renunciar a dicha organización.
Por su parte, el director de la División de las Américas de Human Rigths Watch (HRW), José Miguel Vivanco, afirmó que “es hora de que la OEA aplique la Carta Democrática y suspenda a Nicaragua”. Ello motivado por la grave crisis de derechos humanos y de la democracia.
Entre los actos denunciados se nombraron las violaciones a los derechos políticos por parte del gobierno de Ortega; la represión estudiantil en 2018; las reformas constitucionales que, entre otras, prohíben la libertad de expresión o restringen la postulación a un cargo popular.
Finalmente, el 29 de noviembre, la OEA celebró una sesión virtual extraordinaria con el objetivo de realizar una evaluación colectiva de la situación en Nicaragua. (Karla González) [El Universal, OEA].
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